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¿Hablamos?

    Bonos convertibles

    Un bono es un instrumento de deuda emitido por las empresas para obtener liquidez a cambio de un cupón (intereses) que pagan periódicamente -cada tres meses, seis meses, un año, etcétera-. Cuando son bonos convertibles, suelen tener una duración de cinco años y, generalmente, cotizan en mercados secundarios y oficiales de renta fija.

    La particularidad de estos bonos radica en que, en cuanto termina el plazo por el que han sido emitidos, se convierten en acciones de la compañía emisora al precio que se hubiera determinado cuando se emitió el bono.

    Un ejemplo de estos productos son los conocidos Valores Santander que se emitieron en el año 2007 para la compra del banco ABN AMRO y que establecían que, pasados cinco años, el bono se canjearía por acciones del Banco Santander al precio de cotización de septiembre de 2007, esto es, aproximadamente 16,5 euros por acción. Cuando llegó septiembre de 2012, los bonos se canjearon por acciones pero su cotización oscilaba en torno a los seis euros, por lo tanto, el inversor había perdido más de un 50% del dinero invertido.

    Estos productos incorporan un derivado financiero, una compra a futuro con el precio de hoy, lo que hace que se tengan que catalogar como productos complejos por lo que no son aptos para cualquier inversor.

    Existe una peculiaridad con los bonos “contingentemente convertibles” (CO-COS), que a diferencia de los anteriores se pueden convertir automáticamente en acciones cuando se cumpla una determinada situación (contingencia) en la compañía.

    Por lo tanto, son un producto con mucho más riesgo que los anteriores. Contáctenos si contrató un bono convertible y necesita ayuda.